En las primeras clases de yoga es muy común voltear a ver a los demás, compararse, intentar copiar las posturas y sentirse incómodo o inseguro por no hacer las posturas como los otros las hacen; además de que éste tipo de reacciones nos afectan más de lo que nos ayudan, el yoga no se trata de esto. El yoga se trata de ecuanimidad y estar conscientes.
Cuando estaba empezando a interesarme en el yoga tuve la suerte de toparme con el libro de El corazon del Yoga: Desarrollando una practica personal [Desikachar, T. K. V.] . En éste explica éstas dos simples reglas que se pueden aplicar tanto en el tapete como en la vida: no te compares y no te empujes. Cuando leí esto me enamoré del yoga, ahora cada clase a la que iba era mi propio espacio en el día donde no tenía que competir, no había nadie que me calificara, no tenía que entregar nada a tiempo; éramos yo y mi cuerpo solos.
Curiosamente, como me dejé de comparar y empujar, lo disfrutaba tanto que avancé muy rápidamente. Éstos principios me llevaron a ser siempre consciente en mi práctica, lo cual me hizo llegar aa los otros dos principios: Nunca digas no puedo, y concéntrate en tu respiración. A continuación, describo cada uno de los principios más a detalle:
1. No te compares
Primero que nada, si tu atención no está adentro de ti, no estás haciendo yoga. Si tu atención no está en las sensaciones de tu cuerpo o en tu respiración probablemente no estás consciente de lo que estás haciendo, y tu práctica no va a servir.
Si te estás comparando con los demás, no estás presente. A veces es fácil pensar que el de al lado lo está haciendo mejor, pero aunque esté haciendo la pose de faisán más hermosa que hayas visto, si no está atento en su respiración y sensaciones internas, no está haciendo yoga. Cada quién es diferente, siempre va a haber alguien más flexible, más fuerte, o más concentrado, pero sólo tu puedes ser tú; trabaja con eso y nada más. El yoga no es una competencia.
También habrá días en que nos sentiremos más tiesos que el día anterior, por lo que no llegaremos tan lejos, o en las noches estaremos más elásticos que en la mañana, por lo que nos podremos sorprender. Es importante tampoco compararse en estos momentos. Recuerda, la ecuanimidad va ante todo, yoga es ser ecuánime en el éxito y el fracaso. La clave para siempre ser exitoso en tu práctica de yoga es siempre trabajar con lo que estás sintiendo en el momento. ¿Te sientes tieso? Respira y relaja, ¿Te sientes relajado? Bien! , ¿Sientes dolor? Escuchalo
!Oops! !Me estoy comparando otra vez!
Compararnos es un hábito que no es fácil dejar desde la primera clase. Si te sorprendes comparándote, nunca te preocupes, el truco está en regresar tu concentración a tu respiración y sensaciones. Spoiler: Te vas a distraer y a comparar un millón de veces, solamente hay que darse cuenta y regresar a la concentración calmadamente. La base para salir de la comparacion es no presionarte.
La clave para avanzar en la práctica está en estar consciente y relajado. Si te estás comparando no vas a estar ni consciente, ni relajado. Así que mejor concentrate en tí mismo y llegarás mucho más lejos. Ésto no solo aplica en el yoga, es un principio para todo en lo que quieras avanzar.
2. Nunca te presiones
Muchas veces es fácil presionarnos a llegar mas lejos cuando la persona de al lado se está doblando más. A veces llevamos mucho tiempo practicando una pose, o queremos lograr a la primera una pose y nos empujamos de más. Cuando una de estas situaciones ocurre podemos acabar lesionados.
La clave está en escuchar a tu cuerpo y trabajar con lo que se tiene en el presente, tal vez no llegarás a tu meta hoy, o mañana, pero milímetro a milímetro te estarás acercando. Si te lastimas puede ser que te tardes más o que nunca llegues. Está bien siempre empujarse un poquito, para ir avanzando, pero si estás entrando en terrenos desconocidos es mejor hacerlo con cuidado.
Si nunca te has parado de manos, empieza con la pared o con la ayuda de un amigo, si empiezas a sentir dolor en las articulaciones, para. Tu cuerpo siempre te dirá donde está la línea. Escúchalo
3. Nunca digas «no puedo».
Siempre di, «lo voy a intentar». Decir no puedo es fallar antes de empezar, si no te puedes parar de cabeza, empieza poniendo la cabeza en el tapete. aunque también pongas las rodillas. Si sientes que es una pose peligrosa, empieza por donde te sientas seguro, solamente intenta hasta donde puedas. Recuerda, el yoga es el punto medio entre el no poder y forzarla, no llegues a los extremos, inténtalo cuidadosamente y poco a poco lo lograrás.
Una vez un profesor me dijo «si te caes es que eres humano, pero si te levantas, es que eres un yogi». Intentar algo es sinónimo de fallar, pero uno debe de ir quemando las fallas hasta llegar a la perfección. En cuanto te caigas, ríete y vuélvete a levantar.
4. La respiración es la clave
La respiración es tan importante que merece un post entero. Siempre que pongas atención en tu respiración estarás anclado al presente. Si estás haciendo yoga y estás atento en la respiración, tu mente se deja de comparar, de presionar y de decir no puedo. Si te encuentras haciendo una de éstas, simplemente regresa a estar consciente de tu respiración.
La respiración relaja el cuerpo y la mente, y cuando uno está relajado es más fácil doblarse y balancearse. Cuando estás intentando una pose, puedes usar la inhalación para expandir tu cuerpo y crear espacio y puedes usar la exhalación para llegar más lejos. También, si estás respirando relajadamente, tus músculos se relajarán volviéndose más flexibles. La respiración Ujjaji ayuda mucho a esto.
¿Y ahora?
Es hora de aplicar los principios, no te creas éste artículo, ponlo a prueba y verás los resultados. Primero aplícalos en la clase de yoga, y si ves que brindan resultados, aplícalos en tu vida.